La Plaça Europa de es Pujols se llenó de público el viernes por la noche, aunque con alguna silla vacía, para seguir de cerca los calculados y gráciles andares de las modelos de la agencia ibicenca Deva y apreciar de cerca las colecciones de los catorce diseñadores que participaron en la presente edición de la Passarel·la de Moda de Formentera.
Esencias de una década se inició poco después de las diez de la noche con un discurso de la consellera de Territori, Turisme i Comerç, Alejandra Ferrer, que pronunció un firme alegato en defensa de la posidonia. Ferrer recordó a los presentes la directa vinculación de esta pasarela con la defensa del medio ambiente y, en especial, con la lucha contra la diezma de las praderas de posidonia, una planta marina que es la base de la calidad de nuestras aguas y la belleza de nuestro entorno costero.
Seguidamente, tomó la palabra la periodista Núria Arias. Luciendo un modelo de Eva Cardona, así como joyas de Enric Majoral, la presentadora del evento recordó su primera andadura sobre la misma pasarela en la pasada edición y habló de la importancia de citas como ésta para la promoción de unos diseñadores que «hacen realidad la puesta en escena de sus creaciones y hacen posible que los amantes de la moda disfrutemos de ellas». Hizo también referencia a la posidonia, animando a los presentes a colaborar con la campaña Save posidonia project, «un proyecto que nace del deseo del Consell Insular de cara a potenciar la conservación de la posidonia oceánica que crece alrededor de la isla».
Los más jóvenes fueron los encargados, poco después, de abrir el desfile con las colecciones de la firma Te doy la luna, amenizada con la impagable banda sonora de La Bola de Cristal y la colección La petit juliete de Eva Cardona, una línea alegre, de tonos suaves y delicados inspirada en el mundo de las hadas.
A continuación entró la pasarela en la moda adulta, con Núria Arias vestida por Kavra Formentera y zapatos de Isvhara, marca de calzado que protagonizó el primer desfile sénior con la colección Orchidea de calzado y complementos elaborados con pieles de alta gama que evocaban el encanto de piezas artesanales únicas, pensadas para perdurar en el tiempo. Siguieron los bikinis de Janna Bikinis, diseños creados como homenaje a la belleza, a la vida y al agua que nos envuelve y nos une. Continuaron el desfile los tejidos de Kavra Formentera, firma que elegía la posidonia con vestidos de tonos de verdes, beige, azules y turquesas basados en imágenes submarinas captadas por Manu San Félix.
Núria Arias dio paso seguidamente a B7 & Acho y su Is time for choices. Una propuesta que cuida los detalles con tinturas naturales de tierras volcánicas de la Garrotxa, óxidos y arenas naturales. Piezas únicas que se acompañaron con las joyas de la marca Acho.
Siguieron los estampados de la nueva colección de Alena Vedere, els Sons de Mar de la firma Macremé y los modelos sencillos inspirados en la naturaleza, las flores y los colores de la firma OBI de Irene Hurtado. El evento continuó con la colección Imagine, del diseñador Michelle Crocitto, inspirada en la obra de grandes pintores, y la colección de Eva Cardona, de vestidos vaporosos y llenos de detalles.
Finalmente llegó el momento de la joyería, con los diseños primero de Uri Calvet, unos Tresors sota la Posidònia, que se inspiran en la evolución, las formas, los colores y las texturas de esta planta marina. La posidonia actuaba como nexo de unión con el desfile de joyas de Enric Majoral, creador en 2001 de la colección Posidònia, todo un icono de la marca que servía también para rubricar el compromiso de este orfebre con el proyecto Save Posidònia.
Acabó la velada con la toma de la pasarela por parte de todos los protagonistas de la noche: modelos, diseñadores, modistas y joyeros inmortalizados por cámaras y flashes después de una décima edición que volvió a ser una nueva muestra de la buena salud de las creaciones made in Formentera.