El Govern balear tiene la intención de continuar el año que viene con la apertura de fosas comunes en las Pitiusas y propondrá a la Comisión Técnica de Desaparecidos y Fosas de las Illes Balears que en 2019 se proceda a la exhumación de las situadas en la Pujada a la Mola y en el Fossar Vell de Sant Francesc, cada una de ellas con un hombre.
«Son dos muertos complicados de encontrar porque se tienen noticias orales de que asesinaron a un hombre al lado de la carretera y la otra víctima está en el cementerio, pero lo queremos hacer. Luego hay otra fosa sobre la que construyó un hotel encima y no se podrá hacer nada, por desgracia. Una isla que pudiera decir que no tiene ninguna fosa sería un mensaje muy importante para la democracia», apunta la consellera balear de Cultura, Fanny Tur.
Según el libro Memòria contra l'oblit. Les fosses de la Guerra Civil a Eivissa i Formentera, la fosa de la Pujada a la Mola se encuentra en la ‘curva de s'Arena'. La tradición oral asegura que en este punto fue asesinado a tiros en febrero 1937 Jaume Escandell Costa, de Can Miquel des Bosc, que fue apresado por una quincena de personas en la Mola cuando paseaba con su novia. Se especula con que su detención fuera en venganza por la huida de uno de sus hermanos, que escapó de la represión del bando nacional a bordo de una embarcación hacia Argelia, o que quizás Escandell fuese uno de los encargados de vigilar a las personas detenidas durante la ocupación republicana de la isla.
Ese mismo mes de 1937 también fue asesinado en el Fossar Vell de Sant Francesc Josep Tur Planells, Pep de na Damiana, un simple simpatizante de izquierdas. Según los testigos que se recogen en el libro editado por el Fòrum per la Memòria d'Eivissa i Formentera, Tur fue detenido por paramiltares falangistas de Formentera y conducido hasta el Fossar, donde fue asesinado después de que le cortaran los genitales.
Antes de estas dos exhumaciones, el Govern procederá a la apertura de la fosa común situada en el Cementeri Vell de Vila. Unos trabajos que empezarán después de la celebración de Tots Sants. En este caso, hay alrededor de un centenar de víctimas de la represión franquista repartidos en diferentes puntos del cementerio.