«Una maniobra suicida y muy criminal». De este modo tan rotundo describió Lorenzo Córdoba, pasajero del buque Bahama Mama de Baleària, la forma de proceder del capitán de la embarcación Kontiki II de Aquabus que casi provocó una colisión el pasado martes en es Freus.
Córdoba, vecino de Formentera y con una larga experiencia de 20 años navegando como pescador en la pitiusa menor, se encontraba en el momento del suceso fumando en una de las cubiertas del ferri dirección a Dénia. Un primer pitido le hizo rápidamente percatarse de que las cosas no iban bien. De extrañarse porque «la barca iba en línea de colisión» y pensar «a ver si para», pasó a la preocupación de «hostia, que este no para, no para, no para».
En ese instante, «cuando pensaba que se la pegaba», el buque de Baleària «hizo marcha atrás a tope», relató Córdoba. Fue entonces cuando, según su testimonio, «vi que había una persona en el agua». «No sé si la chica se cayó o se tiró, pero yo lo primero que pensé fue que muchos se tirarían», atestiguó.
«No es lo mismo contarlo que verlo», admitió el pasajero, que calificó de «indignante» la situación provocada por el Kontiki II. «[La embarcación de Aquabus] no tenía justificación para no hacer una maniobra, porque un barco grande no puede llevarla a cabo, y menos en es Freus», detalló.
Desde el punto de vista de Lorenzo Córdoba, en la embarcación pequeña «o no estaba el capitán, o estaba el piloto automático, o no entiendo qué le pasó»: «Fue una maniobra muy rara», precisa. De su propia experiencia como marinero, explicó que «cualquier persona que vaya al mar, cuando ves que un ferri te pita ves que vas en línea de colisión». «En el mar siempre hay una cosa: no se trata de si tú tienes el paso o no, se trata de que si puedes hacer las maniobras las haces y punto», manifestó. «A él [capitán del Kontiki II] le sobraba tiempo para aminorar y dejar pasar al ferri o desviarse de todo aquello», añadió.
Después de todo el mal trago y, afortunadamente un susto sin más, Córdoba criticó que «lo más indignante es que [el Kontiki II] continuó la marcha, en vez de devolver a los pasajeros a Ibiza, porque el susto era de muerte». Además, agregó que desde su ángulo de visión observó que «la misma maniobra que hizo el Aquabus se podría haber cargado a la chica que cayó al agua».
Tras el incidente, la naviera Aquabus comunicó el despido del capitán de la embarcación que cubría la ruta turística entre Ibiza y Formentera. Capitanía Marítima mantiene abierta una investigación sobre el suceso.