Formentera es la primera y única isla balear que este lunes 4 de mayo «pasará directamente a la Fase 1 del desconfinamiento» junto a La Gomera, El Hierro y La Graciosa en el archipiélago de las Canarias.
Así lo anunció ayer el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la comparecencia que hizo después del Consejo de Ministros, en la que presentó el llamado ‘Plan de Transición a una nueva normalidad' y que manifestó que el gobierno central llevaba semanas preparando, dando voz también a las comunidades autónomas.
El plan está basado en cuatro fases: 0, 1, 2 y 3, y sin fechas concretas para cada paso. «La desescalada será gradual, asimétrica y coordinada. No habrá movilidad entre provincias o islas», dijo.
La fase 1 permitirá que el lunes, por ejemplo, pueda abrir el pequeño comercio con algunas medidas, la reapertura de locales, con horarios especiales para la población más sensible como personas mayores, y podrán servir comidas que no podrán ser consumidas en el local. Se podrán abrir terrazas con reducción de aforo y también permitirá abrir a hoteles y alojamientos turísticos, lo cual es bastante absurdo en el caso de Formentera, ya que no habrá posibilidad de acceso para turistas.
Satisfacción
La presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, manifestó después del anuncio de Sánchez su satisfacción por que la pitiusa sur se adelante en el desconfinamiento, lo que atribuyó a «la responsabilidad individual y la colaboración colectiva de los ciudadanos, que, conjuntamente con la toma de decisiones estrictas desde el primer momento, han garantizado el aislamiento del virus y que sólo se hayan registrado siete casos acumulados».
La fase 1 permite, además de la apertura de algunas actividades económicas, más movimiento para las personas, por lo que Ferrer insistió en «la necesidad de seguir conservando las medidas de seguridad escrupulosamente». En el mismo sentido, la presidenta hizo referencia al estudio de las diferentes opciones que se irán planteando en las próximas fechas y «sobre todo ver cómo puede afectar esto a las ayudas que están dando las administraciones y, por ende, a las familias y empresas que están accediendo a ellas».
Por su parte, el socio de gobierno y conseller de servicios sociales, Rafael Ramírez, en nombre de los socialistas de Formentera, se mostraba muy esperanzado: «Se abre una nueva etapa y se nos pone un gran reto por delante. Entramos en una nueva fase, en la que hay que cuidar a las personas, especialmente a las más vulnerables». Ramírez aprovechó para «agradecer al personal sanitario y a las fuerzas y cuerpos de seguridad su esfuerzo y compromiso en el control de esta pandemia».
El jefe de la oposición, Llorenç Córdoba, manifestó en nombre de Sa Unió que «es una buena noticia después del esfuerzo que han hecho los ciudadanos, pero debemos seguir pidiéndoles mayor responsabilidad todavía, así como a las instituciones». Cordoba añadió: «Lo que nos preocupa es si estamos preparados para poder cumplir con las condiciones sanitarias que exige el plan; es algo que debemos seguir estudiando».