Varias decenas de pasajeros que ayer se disponían a embarcar destino a Formentera en el primero de los tres trayectos que zarpan diariamente desde Ibiza participaron, por sorpresa, en el primer estudio de prevalencia del coronavirus que la Conselleria de Salud ha puesto en marcha en las Pitiusas.
Un equipo de tres enfermeros realizó, uno a uno, pruebas rápidas de anticuerpos, que proporcionan resultados en apenas 15 minutos. Algo que provocó una gran cola entre las personas, la gran mayoría profesionales, que viajaban a la Pitiusa menor el día en que se activaba la fase 1 de la desescalada.
Pese a un breve momento de desconcierto entre los presentes, que no esperaban un control tan exhaustivo a su llegada al puerto, la actividad se llevó a cabo con normalidad. Sin embargo, la realización de estos test, entre los cuales se detectaron varios positivos, demoró la salida de la barca alrededor de una hora y media, ya que la partida estaba prevista a las 07.00 horas y se produjo finalmente sobre las 08.30 horas, cuando ya no quedaba ningún pasajero por analizar.
Finalmente, embarcaron 76 pasajeros, según declaró el conseller balear de Movilidad, Marc Pons. Las personas que dieron positivo en inmunoglobina M (IgM), es decir, en los anticuerpos que el sistema crea para luchar contra el COVID-19, fueron rápidamente alertados por los sanitarios.
En caso de que no dispusiesen de mascarilla se les facilitó una y se les derivó a sus casas a la espera de ser llamados para realizarles la prueba PCR. Esta es la que confirma si los casos están en activo, si ya se ha superado la enfermedad con anterioridad o si, en cambio, se trata de un falso positivo.
A las pocas horas, el Área de Salut de Ibiza y Formentera citó vía telefónica a estos casos a realizarse la prueba en la carpa situada frente al antiguo Can Misses a lo largo de la misma jornada. Posteriormente, deberán permanecer confinados en sus domicilios hasta recibir el resultado definitivo, que en Ibiza tiene una demora de alrededor de dos días.
Este protocolo también se sucedió a lo largo del día en el resto de trayectos, así como en los tres trayectos de ida a Formentera del buque Posidonia, que durante el estado de alarma únicamente está desplazando a transportistas. Asimismo, todos los tripulantes de las embarcaciones también fueron analizados.
En el caso de los transportistas, según especificó la Conselleria balear de Salud, si presentasen síntomas leves se les remitirá al servicio de prevención de riesgos laborales de su propia empresa. No obstante, si los síntomas son graves serán aislados e informados de las medidas que deberán llevar a cabo, antes de abandonar la zona de aislamiento.
Control de temperatura
Dentro del mismo procedimiento, a los pasajeros que se dirigían a Formentera también se les tomó la temperatura a través de un termómetro electrónico que mide dichos parámetros. En caso de presentar síntomas de fiebre también se les impidió embarcar.
Asimismo, todos los pasajeros tuvieron la obligación de llenar el cuestionario que desde hace ya semanas reparte Salut, y que contiene varias preguntas cerradas sobre los signos y la sintomatología características de la COVID-19.