La Policía Local de Formentera ha paralizado una fiesta ilegal en una casa de alquiler turístico en Cala Saona, con 65 asistentes que habían pagado entrada a un precio de 80 euros. Según ha informado el Consell Insular este jueves en un comunicado, los promotores de la fiesta y los propietarios de la vivienda se enfrentan a multas de entre 30.000 a 300.000 euros.
Según ha podido saber Periódico de Ibiza y Formentera, entre los asistentes se encontraba Francisco Nicolás Gómez Iglesias, popularmente conocido como ‘pequeño Nicolás', un joven que se hacía pasar por una personalidad con importantes contactos empresariales y políticos para aprovecharse de entidades y personas y que saltó a la prensa en 2014 cuando se destapó todo y fue detenido y acusado de falsedad documental, estafa en grado de tentativa y usurpación de funciones públicas y estado civil, entre otras cosas.
La paralización de la fiesta ilegal en Formentera tuvo lugar en la tarde del miércoles, en un operativo especial contra las fiestas ilegales integrado por la Policía Local, cuya jefatura diseñó la intervención, junto a los responsables políticos y técnicos de las áreas de Actividades, Seguridad Ciudadana y Servicios Jurídicos del Consell. La sospecha de que se estaba organizando una fiesta ilegal ha marcado el inicio de la investigación en la que se confirmó la preparación del evento.
La Policía Local ha podido constatar que se estaba produciendo la venta de entradas, pero faltaba concretar el lugar dato que guardaban con recelo los organizadores. Una vez conocida la localización, una casa de alquiler turístico de la zona de Cala Saona, se inició el operativo, que comprobó que se trataba de una fiesta ilegal y procedió a parar la actividad. En la casa había unas 65 personas con bebidas de diferentes tipos, varias barras de bar repartidas por toda la vivienda, camareros, equipos de música profesionales, personal de control de acceso y un autobús para traslados. Para acceder a la fiesta se adquiría una entrada de 80 euros por persona, que incluía varias consumiciones y la cena, que consistía en una torrada.
En la denuncia, la técnica del departamento de Actividades, con ayuda de la letrada del Consell de Formentera, ha dejado constancia del ánimo de lucro por parte de los organizadores en un lugar que no tiene la consideración de establecimiento público y que no cuenta con las medidas legalmente exigibles. El operativo especial ha finalizado con el precinto de los equipos de música y el cese de la actividad ilegal.