Última Hora ha publicado una noticia en la que el presidente de la asociación de empresas de hostelería de Mallorca CAEB Restauración, Juanmi Ferrer, alerta sobre la posibilidad del cierre en masa de locales de hostelería en Palma de Mallorca, especialmente aquellos del paseo marítimo, debido al descenso del poder adquisitivo de los turistas que visitan la isla. Anuncia que el año pasado 370 locales tuvieron que bajar permanentemente la persiana y que este año hay hasta un 3 por ciento menos de locales de restauración en la isla. Achaca este fenómeno a la pérdida de poder adquisitivo de los turistas, al encarecimiento del precio de los vuelos y las plazas hoteleras, y también al incremento de los gastos de los locales, que han visto cómo los alquileres y los precios de las materias primas han seguido ascendiendo sin control.
El enlace a la noticia ha sido publicada en la red social X por parte de la cuenta 'Pobre Millenial', una cuenta unipersonal dedicada a difundir consejos sobre inversiones y trading. En clave económica, este usuario ha querido lanzar su particular 'os lo dije' con un tweet que reza: «¿Os acordáis que llevo dos años rompiendo la ventana de Overton de la falsa masificación turística? Bien, está pasando. La gente está tiesa».
La 'ventana de Overton' es un modelo sociológico que sostiene que aquellas cosas que hoy nos parecen normales hace años nos hubieran resultado impensables y viceversa. Es el marco mental de una sociedad definida y cuyas ideas pueden situarse entre lo 'impensable' y lo 'popular', pasando por lo radical, lo aceptable, lo sensible, lo popular y lo político.
A la hora de la redacción de este artículo, el post tiene 400 comentarios, mil retweets y 3 mil likes. Uno de los más destacados, que encendió el debate público, reza: «De hace 2 semanas en Formentera, a lo mejor estos precios también tienen algo que ver», y acompaña con un ticket de un conocido restaurante de la pitiusa sur Este usuario responsabiliza a los hosteleros de la baja ocupación de las terrazas, debido a las subidas de precios que ha experimentado la hostelería en los últimos años.
El total, para una mesa de siete personas, asciende a casi 400 euros, en concreto, a 357,50 euros. Los comentarios, como era de esperar, se han salido de control.
«Espero que la croqueta incluyera el boletus y, de regalo, la familia del gnomo que vivía dentro», comenta un usuario, haciendo referencia al precio de la croqueta de boletus, 9,50 euros.
En cuanto a la sangría blanca, cuyo precio es de 42 euros, los usuarios comentaron con ironía: «¿Se llama sangría blanca porque os quedasteis blancos con la 'sangría' que os hicieron?».
Entre los detractores se halla un joven que comentó: «A ver si te pensabas que sacarte la foto en Formentera te iba a costar lo mismo que en la Malvarrosa... hubieras ido al bar de bocatas que hay enfrente».
Otro usuario profirió un comentario en la misma dirección: «Te has ido a un local de un cocinero con estrella Michelin, igual hay opciones más económicas, es como irte a StreetXO y decir: 'Joder, qué caro es Madrid'», en referencia al famoso restaurante del prestigioso cocinero Dabiz Muñoz. Cabe recordar que la cuenta publicada pertenece, en efecto, a un prestigioso cocinero español, propietario de otro restaurante en la península que, efectivamente, fue galardonado con una estrella Michelin.
Otro de los usuarios expuso: «Bueno, cocinero con estrella Michelin, en medio de un parque natural, Patrimonio de la Humanidad y en la isla más cara de España... es caro, pero era previsible».
Para finalizar, la usuaria 'Lluvia de Esperanza' replicó: «Al que cobra seis euros una botella de agua se merece todo lo malo que le pase».
MichalEl escandalo es normalizarlo