El Consell Insular de Formentera conmemoró hoy el Día de la Constitución con un acto institucional. La ceremonia congregó a representantes políticos, diversas entidades y ciudadanos en la sala de plenos de la institución, un espacio que el presidente insular, Óscar Portas, describió como «una casa abierta a todos» durante su intervención.
En el acto se reafirmó la actualidad de los principios constitucionales y, simultáneamente, para exponer los desafíos más apremiantes que la isla de Formentera debe afrontar.
El presidente enfatizó que la Carta Magna «no es un texto distante, sino un contrato entre generaciones» que impone la obligación de buscar el entendimiento mutuo, la escucha activa y la centralidad de las personas.
Además, el presidente Portas defendió que Formentera «no solicita más de lo que le corresponde, pero tampoco aceptará menos de lo justo». En este sentido, instó a que la isla cuente con un escaño propio en el Senado, argumentando que «cuando una isla comparte su voz, sus particularidades se diluyen. Formentera existe, posee necesidades específicas y merece ser escuchada».
Por otra parte, el presidente abordó la compleja situación generada por la llegada de menores migrantes no acompañados, calificándola de «reto estatal e internacional que no puede recaer desproporcionadamente» sobre el territorio más pequeño. Portas afirmó que «Formentera los acoge con dignidad, pero no es sostenible ni justo asumirlo todo solos. Exigimos el cumplimiento del principio de solidaridad».
El líder insular también hizo hincapié en la acuciante escasez de vivienda, una circunstancia que se ha transformado en una «herida social» para numerosos residentes de Formentera. Portas señaló que esta problemática «no es constitucionalmente aceptable», insistiendo: «No podemos convertir un derecho fundamental en un lujo ni permitir que nuestra gente tenga que elegir entre vivir aquí o vivir dignamente».
En su intervención, el presidente del Consell Insular de Formentera recordó que ya se están impulsando iniciativas para la promoción de vivienda pública, la reserva de suelo y la implementación de medidas específicas para asegurar el alojamiento del personal esencial.
El presidente subrayó que los valores constitucionales constituyen, además, una guía para la gestión local. En este contexto, resaltó el derecho a la cohesión territorial, que implica un transporte marítimo «digno y universal», y el derecho al medio ambiente, recordando que la isla es «un tesoro frágil que tenemos la obligación jurídica y moral de proteger».
De igual modo, puso de relieve el derecho a la cultura y al patrimonio, considerado un pilar fundamental de la identidad colectiva, así como el derecho a una vida comunitaria robusta, donde el deporte y la participación «construyen sociedad aunque no figuren» explícitamente en ningún artículo.
Durante el transcurso del acto, ciudadanos de diversos sectores procedieron a la lectura de artículos seleccionados de la Constitución Española. Específicamente, se leyeron el artículo 20 (libertad de expresión), el 27 (derecho a la educación), el 47 (vivienda digna) y el 50 (garantía de las pensiones y la suficiencia económica para las personas mayores).