María Marí (Ibiza, 1955), de Can Curreu, abrió su tienda de piensos y artículos para mascotas hace cerca de cuatro décadas tras haber estado en el negocio de su familia, Can Curreu, hasta entonces.
¿Desde cuándo está en esta tienda?
— Abrimos el día 20 de enero de 1984, poco después de haberme casado.
¿A qué se dedicaba hasta entonces?
— Estuve en el bar de mi familia hasta que me casé y abrimos esta tienda. La tienda de mi familia era la de Can Curreu, que tendría más de 100 años, la abrió mi abuelo, luego la llevó una tía mía y cuando se casó mi padre fue a vivir allí. Donde nacimos yo y todos mis hermanos. Ahora está toda la tienda renovada, no es lo que era entonces. Ahora tienen productos ecológicos.
¿Por qué decidió abrir esta tienda?
— Cuando me casé tenía claro que sólo haciendo mi vida como ama de casa no iba a ser feliz; había estado en el bar y la tienda de la familia toda la vida y eso era lo mío. Entonces abrimos esto, no había ninguna tienda de este estilo en Santa Eulària. Me decían que ‘una tienda de tonterías y comida para animales no va a venir nadie'. Y mira: 38 años después no es que nos hayamos enriquecido mucho, pero les he pagado la carrera a mis dos hijos (mi hija ya va a por la segunda carrera), y aquí seguimos.
¿Satisfecha de haber hecho el cambio del negocio familiar por su tienda?
— Sí, sobre todo porque aquí tengo un horario y en el bar no había horario. Era muy sacrificado. Aparte, cuando empezábamos también vendíamos cemento. Venía una plataforma cada semana y me tocaba cargar los sacos de 50 kilos. Mi hermano Pere se acabó quedando el negocio de materiales de construcción y mi hermano Juanito con el bar.
¿Sigue encargándose usted misma de todo?
— Ahora solo soy una empleada, el dueño es mi hijo pero yo aquí sigo. Aunque ya ves que tengo edad para jubilarme.
¿Qué hará cuando se jubile?
— Venir aquí a controlar, ver a mis clientes y a hacer la caja. Ya en serio, algún viajecito con el Imserso sí que me lo quiero hacer. Me gustaría visitar todo el norte de España que no lo conozco y tengo muchas ganas de verlo.
¿Cuál es la comida para el animal más extraño que le han llegado a pedir?
— Para las ratas, que no lo entiendo. Antes los payeses matábamos a las ratas y ahora resulta que se alimentan y hasta se usan como mascotas; es todo muy raro. También es verdad que con lo de las trampas para serpientes ha subido mucho la venta de ratones.
¿Existe algún alimento específico para la alimentación de ratas?
— Las ratas comen absolutamente de todo, plomo si hace falta. Pero sí: hay una comida, que es básicamente la misma que para los hámsters, específica para ratas. Piense que con las trampas de serpientes hay que alimentarlas y darles agua.
¿El animal más extraño que le puedan haber pedido?
— ¡Hormigas! Nos preguntaron si teníamos hormigas para vender.
Veo que la tienda está más dedicada a productos para mascotas que a la venta de animales vivos.
— Alguna cosa tenemos: conejos o hámsters, pero poca cosa. El tema de los animales vivos es muy complicado hoy en día. Antes había agencias de transporte que te los servían pero ahora ya no llegan a Ibiza.
Seguro que en casi 40 años le ha pasado alguna anécdota digna de ser contada.
— Mire, sí. Al poco tiempo de haber abierto la tienda, no haría más de un mes, entró un actriz famosa, no me acuerdo bien de su nombre, pero recuerdo que era la mujer de Fernando Rey, creo que se llamaba Mabel [se trataba de Mabel Karr] y tenían un chalet en La Joya. Me pidió unas braguitas para su perrita, una Shih Tzu pequeñita, porque estaba con la regla. Yo había abierto hacía muy poco y no tenía ni idea, aún así le dije que en ese momento no tenía pero que que estaban al llegar porque las tenía pedidas. Cuando volvió ya las tenía y se las pude vender. Así es cómo me enteré de que las perritas tenían la regla y que se les ponía una braguita y una compresa [ríe]. Hoy en día tenemos de todas las tallas y colores.
Doy por hecho que le gustan los animales. ¿Cuántos tiene en casa?
— Soy payesa y siempre he tenido animales y me han gustado. En casa tenemos gatos, tortugas, conejos enanos, pavos reales, palomas, gallinas, un par de gallos bien guapos, y un perro. Una mastín que se llama Xena. Yo no lo quiero en casa, pero mi hijo lo metería en la cama si le dejara.
¿Piensa que se trata mejor a algunos animales que a algunas personas?
— Es que hay animales que dan más cariño que las personas, sobre todo los perros.