«No hay que vivir condicionados pero es una forma más de ayuda para orientarnos en la vida». Con estas palabras defiende la astróloga Débora Barbieri la predicción del futuro a través de los signos del zodiaco.
Ella misma se ha encargado de profundizar en el destino más cercano y ha realizado, en función del estudio biorrítmico de cada horóscopo, un análisis de su evolución a comienzos de la temporada turística en Eivissa, al término del invierno e inicio de la primavera, «una época muy significativa en la isla», tal y como ella señala.
El trabajo le ha llevado cerca de una semana en la que se ha servido de libros y material de consulta añejos, además de pasajes propios: «Ello me ha permitido centrarme en la actividad física y mental de cada signo y estudiarlos por separado más detenidamente».
La parapsicóloga, nacida en Italia pero ubicada en la ciudad desde hace ocho años, no oculta su pasión por una profesión en la que cree ciegamente: «Astronomía y astrología se desligaron en la antigüedad para dedicarse, la primera al estudio de la influencia de los planetas en los elementos naturales y la segunda en las personas. No tiene por qué existir ninguna contradicción entre ambas y para mí las dos son igualmente válidas».
En este sentido, la certeza de sus predicciones no tiene otro objetivo que el «de ayudar en la actividad física y mental de cada uno», añadió.