35 grados a la sombra, casi 40 a pleno sol. La ropa se pega a la piel y necesitas beber cada cinco minutos. Ni siquiera la noche trae el fresco. Cualquier soplo de aire se recibe con salvas. Los establecimientos con aire acondicionado se llenan. Definitivamente, hace calor.
Aquí van los consejos imprescindibles para sobrevivir en el horno:
Margarita: Así se llama el cockatil más refrescante. Mete en una copa hielo picado, tequila, zumo de limón "natural, por favor" y mucho azúcar. El borde de la copa se tiene que rodear con sal.
Pantalones cortos (ellos) / faldas y vestidos (ellas): Que a nadie se le ocurra salir a la calle con pantalones largos si no quiere perecer en medio de la acera. Los vaqueros, enterrados junto a las mantas en el armario. Los calzones cortos se imponen, al igual que las faldas cortas y los vestidos para ellas; toca dejar respirar a la piel un poco, hasta los médicos lo recomiendan. Hay que procurar vestirse con tejidos frescos, como el lino o el algodón. Zapatos de lona o sandalias.
La playa, sólo para los valientes: Ir a la playa a bañarse no es quizá la mejor manera de huir del calor. Los baños en el mar no hacen sino duplicar los efectos de los rayos del sol sobre nuestra piel. Mejor, decantarse por una piscina con una buena sombra a pocos metros y un kiosco bien cerca. Por cierto, el agua de la bañera está más fría que la del mar.
Controla tus movimientos: No hagas nada innecesario. Administra tus energías; cualquier equivocación, todos los gestos erróneos y fallidos, se traducirán al momento en motas de sudor sobre tu frente. Tenlo en cuenta. l Huye de los aparatos eléctricos Acércate sólo al del aire acondicionado y al ventilador. El resto son máquinas generadoras de calor.