La Conselleria d'Obres Públiques, Habitatge i Transports se replanteará la política de la vivienda desarrollada hasta la fecha al constatar que el Plan Plurianual de la Vivienda (1998-2001), promovido por el Ministerio de Fomento y que preveía una inversión de 17.000 millones en Balears este año, sólo se ha desarrollado en un 4'1 por ciento. Las promotoras no se han interesado por construir viviendas de protección oficial al encontrarse con un mercado solvente capaz de afrontar los elevados precios.
Josep Antoni Ferrer, conseller de esta cartera, expuso ayer en el Parlament esta situación y afirmó que uno de los objetivos esta legislatura será abaratar el coste de la vivienda. El Govern promoverá un plan propio de vivienda, y recurrirá si es preciso a la expropiación de los terrenos para conseguir suelo. También negociará convenios con las promotoras para construir viviendas y venderlas a un precio asequible (entre 14 y 15 millones de pesetas). «Los agentes urbanizadores o las expropiaciones son figuras administrativas difíciles de aplicar, pero se tienen que estudiar. Nos preocupa que no sólo el suelo por su escasez sea caro, sino que también el material de construcción sea caro. La insularidad no lo justifica», indicó Ferrer. Obres Públiques, Habitatge i Transports también centrará sus esfuerzos en agilizar la rehabilitación de zonas antiguas y degradadas.