La Agrupación Empresarial de Alquiler de Vehículos sin Conductor de las Pitiüses denunció antes del verano ante el Consell las actividades de hasta 15 empresas del sector que operaban pese a carecer de las respectivas licencias. Estas casas de alquiler trabajan con flotas de coches que, en la mayoría de los casos, no tenían el seguro obligatorio, según el presidente de esta asociación, Bartolomé Ribas.
La complejidad burocrática ha permitido que estas empresas piratas funcionaran a lo largo de todo el verano, para desaparecer una vez finalizada la temporada: «La tramitación de las denuncias es muy lenta. Si ahora cierran de manera fulminante los establecimientos turísticos ilegales, deberían hacer lo mismo con estas empresas», señala Ribas. Algunas de estas compañías no esconden su actividad, puesto que anuncian su actividad con carteles y publicidad. En otros casos, el coche se incluye en el arrendamiento de alguna propiedad inmobiliaria, lo que dificulta su seguimiento. Estas compañías piratas carecen, además, del perceptivo carné de Transportes "«nuestro carné de identidad», según Ribas", y que resulta imprescindible para dedicarse al negocio del alquiler de coches.
Además de la competencia desleal que suponen estas oficinas "puesto que ofrecen precios más bajos al no pagar ni seguro ni impuestos", Ribas destaca el peligro que suponen para los usuarios: «No quiero pensar en lo que sucederá el día que uno de estos coches sin papeles tenga un accidente», comenta el presidente de esta Agrupación Empresarial. «Estamos luchando por nuestra imagen, y casos como éstos provocan la desconfianza de los turistas hacia las pequeñas empresas, algo de lo que se aprovechan las grandes multinacionales», apunta Ribas.