La decisión salomónica del Ajuntament de Palma, que abogó «por un referendum natural» para decidir cual será el color de los taxis no ha contentado ni a los profesionales de la PIMEM ni a los de la CAEB, aunque ambos sectores han puesto de manifiesto una aceptación relativa.
Ahora, sin embargo, la polémica y el enfrentamiento se centra en el tema de la licencias ya que la propuesta presentada por el concejal José Manuel Sierra descarta la posibilidad de limitar el número de conductores por vehículo.
La eliminación de este punto concreto ha provocado las iras de los taxistas de la PIMEM, quienes ya han manifestado al alcalde de Palma que no aceptarán, «bajo ningún concepto», que los nuevas licencias se inscriban con más de un conductor.
El portavoz de los profesionales de la PIMEM, Gabriel Moragues, argumenta que la idea «una licencia, un conductor» estaba incluida en la propuesta inicial que en su día aprobó Cort, que había un compromiso electoral de Fageda en este sentido y que esta limitación «es necesaria para una regulación definitiva del sector».
Los representantes de los taxistas de la PIMEM, que aseguran sentirse engañados por el alcalde, no descartan poner en marcha movilizaciones y advierten que sus afiliados quieren adoptar medidas drásticas. «¿Cómo vamos a decirles que uno de los puntos fundamentales que habíamos pactado ahora desaparece?. Si Cort no reconsidera la medida no podremos parar a las bases». Por su parte, los taxistas de la CAEB, a través de su asesor jurídico, José Augusto Payeras, aseguraron que limitar el número de conductores por cada nueva licencia o traspaso es una medida anticonstitucional «ya que restringe el derecho al trabajo y provocará discriminaciones ya que algunos taxis antiguos pueden tener dos conductores y los nuevos sólo uno».