El Hotel Sirenis Seaview Country Club, situado en Port des Torrent, deberá esperar diciembre para saber si ha pasado la prueba. Durante el domingo, el lunes y el martes los auditores lo han estado examinando con lupa y han comprobado si cumple con todos los requisitos para ser un hotel «Q», es decir, para recibir el distintivo de calidad que otorga el Instituto para la Calidad Hotelera Española (ICHE).
El director del Seaview, Anders Kronstrand, explicaba ayer que detrás de esta prueba hay «muchas horas de trabajo y de mucha gente». Kronstrand considera, sin embargo, que lo importante no es tanto la «Q» sino haber entrado en el camino de la calidad. «Si no la conseguimos esta vez lo intentaremos de nuevo el próximo año», dice, aunque no puede ocultar su optimismo cuando comenta que la experiencia «ha sido muy positiva y también los comentarios del auditor».
El Seaview es un hotel muy nuevo, con una plantilla que ronda los 150 empleados. La dirección empezó a interesarse por el Plan de Calidad hace ahora un año, aunque no se empezó a participar en los cursos de formación hasta febrero y el trabajo más importante se ha hecho durante la temporada. Por lo que se refiere a las instalaciones no ha sido necesario hacer grandes obras, relata Kronstrand, ni tampoco modificar demasiado el trabajo de diario: «Lo que hemos hecho ha sido formalizar muchas cosas que ya se venían haciendo», señala.
El director del hotel está seguro de que los estándares que exige el ICHE son los correctos: «Se trata de una manera de gestionar de la que estoy totalmente convencido, sobre todo porque lo he visto funcionar», dijo finalmente.