El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y el concejal de Economía y Hacienda de este Consistorio, Joan Bonet, presentaron ayer los presupuestos de la institución para el año 2000, que ascienden a 3.503 millones de pesetas (3.133 en 1999) y en los que la inversión experimenta un incremento con respecto al año anterior del 32'3 por ciento. El Ayuntamiento prevé invertir durante el próximo ejercicio 524 millones de pesetas, aunque según explicó ayer el propio alcalde esta cifra será muy superior una vez que se hayan concretado las ayudas económicas que se recibirán de otras instituciones. «Son nuestros primeros presupuestos y nos hacen mucha ilusión. Es el inicio de lo que queremos que sea este municipio», dijo ayer Tarrés.
Por lo que se refiere a los impuestos, Tarrés anunció que éstos han quedado «congelados», puesto que ni siquiera se aplicará la subida del IPC. Algunos contribuyentes, sin embargo, notarán cambios en sus recibos, puesto que al reordenar los tributos se ha decidido aplicar la subida de 1996 a los hoteles y los amarres deportivos que quedaron fuera del incremento aplicado en aquel año por el equipo de gobierno del Partido Popular. Los empresarios que paguen el impuesto por ocupación de vía pública durante todo el año se verán exentos en el 2000 de abonar los meses de enero, febrero, marzo y diciembre, como forma de premiar a los comerciantes que no sólo trabajan durante la temporada turística. Finalmente, fruto de la revisión de los valores catastrales realizada por el Estado, algunos ciudadanos podrían percibir modificaciones en las cantidades que pagan de Impuesto sobre Bienes Inmuebles, pero a ello es totalmente ajeno el Consistorio.