Eivissa se ha vuelto a quedar sin el plan de protección contra avenidas. La decisión del Ministerio de Medio Ambiente de no financiar las obras incluidas en el convenio hidrológico tiene, como consecuencia directa, que de momento no llegará ni un duro para pagar unas obras que llevan años calificándose de «prioritarias». De momento, el convenio entre Medio Ambiente y el Govern balear no se firmará hasta pasadas las elecciones y luego comenzará de nuevo un largo de proceso de conversaciones, trámites, concursos públicos y quizás algún día, comienzo de obras.
El ministro de Asuntos Exteriores, el ibicenco Abel Matutes, se encargó hace más de un año de comunicar personalmente al Ayuntamiento de Eivissa que la obra destinada a paliar los efectos de las fuertes lluvias y a evitar inundaciones había sido incluida entre las que tenía pensado financiar el Gobierno central. Entonces se pensó que la ejecución de los trabajos era inminente. De hecho, el proyecto salió a exposición pública, se informó a tres propietarios de que iban a sufrir expropiaciones y, posteriormente, pasó a ser analizado por la Demarcación de Costas y por el departamento de Carreteras del Govern. Ambos pusieron pegas a aspectos puntuales del plan y fue necesario rehacer el proyecto.
Todos estos trámites ya estaban superados y, de hecho, hace aproximadamente un mes la Junta de Aguas de Balears (que es quien ha diseñado todas las actuaciones) informó que todo estaba pendiente de que el Ministerio se decidiera a sacar las obras a concurso. Todo depende de Madrid, que se ocupará hasta de la dirección de la obra. Pero, de momento, que nadie se haga ilusiones.
Tres puntos clave
El plan de protección contra avenidas contempla cuatro actuaciones
diferentes que se desarrollarán en los tres puntos considerados
clave para evitar inundaciones: Ses Figueretes, Ses Feixes y el
puerto de Eivissa.
La primera actuación consiste en construir un canal de hormigón en el torrente de Sa Llavanera para duplicar la capacidad de desagüe actual. Esto supondría levantar parte del camino que va a Puig d'en Valls y de la carretera de Santa Eulària, incluida la rotonda de esta carretera.
La segunda actuación tendría lugar en el torrente d'en Capità y supondría instalar otro canal de hormigón que desembocaría en la avenida Santa Eulària y tendría un paso subterráneo que llegaría al mar a través del puerto.
Un tercer paso sería mejorar los desagües del frente portuario de Eivissa y, finalmente, la cuarta actuación, probablemente la más compleja, contempla instalar un colector que recoja el agua que llega a Eivissa desde la carretera de Sant Josep. El desagüe estaría en Figueretes.