El Consell de Govern aprobó ayer la firma de un nuevo convenio con el Ayuntamiento de Formentera para el acondicionamiento, la clausura y la regeneración del vertedero de esta isla. El proyecto anterior preveía la ampliación de la instalación y la continuación del uso como vertedero, mientras que el nuevo convenio recoge su clausura definitiva en tres años y la posterior regeneración de la zona.
Según el Govern balear, la situación del vertedero de es Cap de Barbaria es «insostenible» desde el punto de vista medioambiental, social y turístico. El pasado 21 de septiembre, el Ejecutivo regional manifestó ante la Comisión Europea sus intenciones de actuar rápidamente para solucionar la situación, ya que las reiteradas denuncias presentadas en Bruselas habían motivado un procedimiento de infracción en materia de medio ambiente contra el Estado español.
El conseller para asuntos de Formentera, Santiago Ferrer, mostró su satisfacción por el acuerdo: «Es la primera piedra para iniciar la política de residuos que la COP quería llevar a cabo». El conseller aseguró que Formentera debe ser responsable de sus propios residuos y añadió: «Nuestra idea es la de un tratamiento material orgánico con una recogida en origen». Por su parte el concejal de Infraestructuras, Enric Barot, señaló que el futuro pasa por la aplicación del Plan de Residuos balear en Formentera.