El Pacte Progressista aprobó ayer sus primeros presupuestos al frente del Consell Insular a pesar de que el Partido Popular, que votó en contra, no escatimó críticas y pidió incluso que fueran retirados para elaborar otros en cuya confección se ofrecían a colaborar.
El debate estuvo protagonizado por el actual conseller d'Economia i Hisenda, Josep Marí Ribas, y su antecesor en el cargo, Pere Palau, que llegó a decir durante el pleno que la falta de justificación de muchos de los ingresos que se prevén es de «dudosa legalidad». Palau criticó los incrementos de los capítulos I (personal), II (gasto corriente) y IV (subvenciones) y señaló que se notaba «un cambio importantísimo» en la institución caracterizado por «la falta de austeridad y de buena gestión». «Si el Consell fuera una empresa mía y me presentaran estos presupuestos, yo les despediría a todos», llegó a decir el conseller de la oposición.
Por su parte, Marí Ribas defendió que las cuentas son «transparentes» y que tienen «una línea política clara». El actual responsable de las finanzas de la institución opinó que la principal función del Consell es dar servicio al ciudadano y que, por tanto, es imprescindible que haya suficiente personal. De ahí, argumentó Marí Ribas, el incremento de 400 millones que registrarán en el 2000 los gastos de personal. El conseller del Pacte consideró que lo que le molesta al PP es que la izquierda, «sin hacer mucho ruido», haya conseguido «cosas que estaban pendientes desde hace muchos años», en referencia a la mejora de financiación del Consell que asumirá el Govern el próximo año.