El gerente de Fomento del Turismo de Eivissa, Jorge Alonso, afirma que 1999 ha sido un año «excepcional» para la isla en materia turística, pero también indica que este ha sido el año en el que «la sociedad se ha planteado que hay que encontrar un futuro, un camino». «Creo que en 1999 se ha generalizado el cambio de visión y probablemente esto es lo que se ha reflejado también en el cambio político que se ha producido en las Islas», añade.
Según Alonso, Eivissa tiene que aprovechar esta buena coyuntura para conseguir convertirse en un destino turístico «estable y no esperar que en el futuro se pueda seguir compitiendo en precios con otros destinos». Alonso dice que ha llegado el momento de apostar por la calidad y de saber qué queremos hacer con nuestro territorio.
Las primeras cifras con las que cuenta esta entidad señalan que el último ejercicio se cerrará con un total de visitantes cercano a los dos millones de personas y con unos ingresos por materia turística que rondan los 185.000 millones. «Se trata de cifras absolutamente asombrosas para una isla que tiene 90.000 habitantes. Pero tenemos que ser prudentes. Hay que hacer una reflexión y preparar nuestras infraestructuras para el futuro, porque todavía no podemos decir que seamos un destino de calidad», comenta el gerente de Fomento del Turismo.
Este último concepto, el de la calidad, preocupa mucho a Jorge Alonso. En su opinión, Eivissa tiene que estar a la altura de los mejores destinos turísticos desde Europa. «Hay que aprovecharse de que somos un destino que está a dos horas de avión de la mayoría de los grandes aeropuertos del continente». En este sentido, Fomento está muy satisfecho con la recién conseguida «Q» de calidad obtenida por el hotel Sirenis Seaview Country Club, que viene a sumarse a la del Playa Real.
Otro de los factores positivos del año para esta institución dedicada a la promoción turística de la isla es el hecho de que Eivissa haya conseguido ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «