Les gustaría hacer una consulta popular sobre el dique «pero ya no hay tiempo», confesaba ayer el primer teniente de alcalde, Pedro Campillo. La opinión del concejal fue corroborada por todos los miembros del equipo de gobierno que comparecieron para aclarar su postura sobre el proyecto. Los concejales explicaron ayer que la ampliación no depende del Ayuntamiento sino de la Autoritat Portuària, que ya ha dado una prórroga para hacer un estudio sobre este tema y que no está dispuesta a dar otro margen de tiempo para hacer un referéndum -que el Consistorio cree que tardaría en realizarse un mínimo de dos meses-, porque eso podría significar la pérdida de la subvención europea.
El pleno aprobó en diciembre el Reglamento de Participación Ciudadana, en el que se contempla la consulta popular. Este sistema implica que si un 15 por ciento de la población censada en el municipio, unas 4.000 personas en el caso de Eivissa, se decanta por una opción (por ejemplo, paralizar unas obras) el Consistorio tendría en cuenta la opinión popular, aunque no llegaría a ser vinculante. A pesar de la existencia de esta nueva figura, el Ayuntamiento reitera que no hay tiempo para llevarla a cabo. «Si el anterior equipo de gobierno hubiese aprobado el Reglamento de Participación Ciudadana se podría haber hecho la consulta popular a tiempo. Ahora no lo hay», sentenció ayer Campillo.