Un 62'5 por ciento de los 260 propietarios de pequeñas y medianas empresas de Eivissa y Formentera que han participado en la encuesta de actividad anual de la Pimeef cree que los paquetes turísticos 'todo incluido' restan facturación en las Pitiüses. El presidente de la Pimeef, Antoni Marqués, señaló ayer que algunas de las zonas más afectadas por este fenómeno son el Port de San Miquel, Sant Antoni y platja d'en Bossa además de otras áreas emplazadas en lugares aislados. De todos modos, la Pimeef se muestra esperanzada ante las últimas estadísticas, en las que se ha constatado que la demanda de este tipo de paquetes turísticos se ha estancando.
La preocupación por este tema es creciente si se atiende a los datos aportados por la Pimeef al finalizar 1998, cuando un 42'63 por ciento manifestaba su inquietud sobre este problema, un 20 por ciento menos que el registrado en 1999.
En un año caracterizado por la bonanza económica, un 70'30 por ciento de los encuestados asegura que la temporada de 1999 ha finalizado con resultados positivos. Por municipios, todos declaran haber disfrutado de una buena temporada, aunque son Eivissa, Sant Josep y Formentera los que muestran las mejores evoluciones respecto a la temporada de 1998. En Eivissa, un 14 por ciento más de empresas que en 1998 piensan que la pasada temporada fue buena, situándose en el 66'7 por ciento del total de los negocios del municipio. En Sant Josep, la satisfacción ha aumentado un 24 por ciento con respecto a 1998, ya que la valoración positiva alcanza al 75 por ciento de las empresas. El caso más espectacular es el de Formentera, con un incremento de un 22 por ciento, que supone que el 90'5 de las empresas consideran que 1999 ha sido una buena temporada.
El 88'8 por ciento de las empresas asegura que las ventas han aumentado durante 1999. Las razones que justifican estos buenos resultados son la mejora de la economía general y el aumento de turistas. Los consultados que aseguran que han visto descender las ventas creen que se debe a que se ha incrementado la competencia, incluyendo la desleal y el intrusismo, además del descenso del turismo español y la reducción de la capacidad adquisitiva de los visitantes en general.