Muchos de los ingresos de personas mayores en el hospital residencia Cas Serres se producen a consecuencia de una caída. Un hecho que puede cambiar radicalmente la vida de los mayores. Urgencias de Can Misses y los centros de salud derivan a Cas Serres muchas personas que estaban en perfectas condiciones en su casa y como consecuencia de una caída, que les provoca una fractura, cambian su situación y tienen que acudir a un centro sociosanitario como la residencia asistida.
La enfermera del hospital de Cas Serres, María José Marí, que abordó ayer las medidas de prevención ante las caídas, señaló las consecuencias que suponen este hecho: «Cambian el estado de vida, su capacidad, su autovalimiento. Sufren una falta de autonomía y movilidad que le limitan tanto que no pueden vivir en su casa». Ante estas circunstancias, considera necesario «concienciar y educar a la gente cómo se deben tener las casas y cómo se detectan los factores que condicionan las caídas». La instalación de rampas, barandas, sujecciones en los baños y alturas adecuadas para los muebles son algunas de las actuaciones preventivas que se pueden realizar.
Cuando se produce la caída, la enfermera aconseja que lo primero que hay que hacer «es valorar y saber qué ha pasado». Si no presenta ninguna lesión, hay que levantar a la persona con cuidado «de una manera pausada y lenta, no brusca». La fisioterapeuta María Tur Ribas, por otra parte, pronunció la charla titulada: «El gran síndrome geriátrico: inmovilidad. Técnicas de movilización». Tur Ribas señaló que uno de los problemas con los que se enfrentan las personas mayores «es la pérdida de la autonomía».