Más que un hobbie es una obligación, un deber que tengo como persona». Esta es la frase que resume de algún modo la mentalidad de Alejandra Jiménez y la de sus compañeros de Cruz Roja Juventud Eivissa. Amante del deporte, amiga de sus amigos y de la diversión, esta joven funcionaria de 23 años dedica buena parte de su tiempo a ayudar a los demás «porque es algo que tenemos que hacer».
Su relación con la Cruz Roja comenzó hace 5 años. Después de haber estado vinculada con otra asociación juvenil «entré en Cruz Roja, me enteré de lo que era, veía que hacía muchas cosas con niños, empecé a conocer gente, y me enganché».
El significado de su trabajo «es una cosa que vas apreciando con el tiempo», reconoce Alejandra, que al igual que el resto de sus compañeros entró en Cruz Roja como «monitora rasa», ayudando en la realización de campañas, hasta llegar a su cargo actual en este colectivo: el de directora de Cruz Roja Juventud, al que resta importancia, «pues a mí me da lo mismo porque yo trabajo como la que más, el cargo realmente no me supone nada».
Cruz Roja Juventud se divide en cinco áreas que son Salud, Infancia y Juventud, Cooperación Internacional, Medio Ambiente y Relaciones Públicas. En el caso concreto de Salud y Medio Ambiente lo que se suele hacer son campañas de concienciación, aunque dentro de sus planes está el llevar a cabo charlas en los institutos y hacer de mediadores de salud. Su público suele ser mayoritariamente infantil, pues los niños «son los que se tienen que quedar con la copla, porque son los que se conciencian mejor». «En Cooperación Internacional ahora mismo estamos con una campaña a nivel nacional de recogida de material escolar para los niños afectados por el huracán Mitch, para que vuelvan a coger el ritmo de su vida escolar». Su método de trabajo es «muy voluntario», pues «no se le puede exigir a un monitor que haga una cosa, ellos se ofrecen», y las distintas áreas colaboran entre sí.