Embutidos de Sant Carles, queso de Santa Gertrudis, licores elaborados a base de hierbas o repostería típica, son sólo alguno de los productos que podrán degustar los visitantes a la feria Alimenta 2000 que tiene lugar estos días en Palma, siempre que decidan detenerse en el stand de Eivissa, un puesto instalado en su segundo año consecutivo por la empresa Forn des Tabaquet y al que se han sumado Marí Mayans, Cafés Ibiza y Compatgne. De todo ello disfrutó el miércoles durante el acto de inauguración el conseller de Agricultura i Pesca del Govern Balear, Joan Mayol, que lamentó ante los representantes pitiusos la escasa participación de la isla.
97 expositores completan la muestra en la que están representadas 310 firmas que abarcan numerosos sectores: infusiones, confituras, publicaciones, seguros, entidades bancarias, maquinaria o servicios.
El objetivo esencial de este regreso es, tal y como apuntaba Pepita Riera Torres, responsable del mismo: «dar a conocer la riqueza gastronómica de nuestra tierra en Mallorca, publicidad en la que nosotros -Forn des Tabaquet- hemos incidido desde mayo con la apertura de una tienda». Se trata del principal aspecto positivo de una vuelta que supone «un alto coste económico y laboral», comenta Riera. No obstante, la buena acogida que han tenido, tanto de público como por parte de las autoridades despierta la esperanza de las cinco personas que se han desplazado allí y que permanecerán en Palma hasta el próximo domingo.
En cuanto al ánimo común, la potenciación del producto balear es el espíritu que ha aunado a todos los empresarios a participar en el evento. Más de diez horas de presencia ininterrumpida justifican el establecimiento de turnos. En cualquier caso, el principal esfuerzo de la comitiva se ha centrado en promover la riqueza de comidas y bebidas de las Pitiüses y por el momento, la labor se ha superado con creces.