Cámara de Comercio de Mallorca, Eivissa y Formentera, Fomento del Turismo de Mallorca, Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) y sectoriales turísticas de las Islas (hoteleros, compañías aéreas, rent a car y transportistas) no lograron ayer convencer al presidente del Govern, Francesc Antich, de que retirara el proyecto de implantar el impuesto turístico.
A la salida del encuentro, que se prolongó por espacio de tres horas, tanto Antich como el portavoz del sector empresarial, el presidente de CAEB, Josep Oliver, mostraron su disconformidad y disparidad de criterios sobre esta cuestión, aunque Antich, dentro del pulso que mantiene con el sector turístico, quiso minimizar la pugna dialéctica con una política de buenas intenciones: «El debate ha sido positivo para ambas partes, puesto que cada una de las partes ha defendido su postura. El Govern se reafirma en su decisión de implantar el impuesto y el sector turístico muestra su rechazo a esta medida. Este encuentro supone la apertura de un debate directo entre ambas partes, ya que habrá una serie de reuniones para limar diferencias y aproximar posturas».
Antich quiso dejar claro que «en la necesidad de hacer toda una serie de inversiones, tanto unos como otros estamos de acuerdo. Estoy dispuesto a estudiar las alternativas que puedan proponer los empresarios y sindicatos».
Oliver y el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Lladó, coincidieron en señalar que lo más positivo de la reunión era el clima de diálogo que se iba a implantar, «se abre un período de negociaciones en el que esperamos llegar a soluciones satisfactorias».