Los problemas derivados de la escasez de agua en las Pitiüses no se resolverán si las administraciones públicas no se hacen cargo del problema y actúan con rapidez. Esta es una de las conclusiones acordadas en la mesa redonda convocada para tratar las posibles soluciones a la falta de agua en las Islas. Los expertos en la gestión del agua reclamaron la puesta en marcha de una Junta Insular del Agua que permita regular y controlar el consumo y los precios de este recurso ya que existe actualmente una falta total de planificación.
Todas las soluciones se encaminaban hacia el control del consumo abusivo de este recurso que cada vez es más escaso en las islas. El conseller insular de Medi Ambient, Joan Buades, se refirió a la situación que atraviesan las Pitiüses como «la más grave de Balears». Buades aseguró que actualmente en Eivissa y Formentera no existen reservas de acuíferos y que toda la producción se realiza a través de plantas desaladoras y depuradoras.
Todos los ponentes coincidieron al asegurar que la concienciación de los ciudadanos y de los sectores económicos de las islas, sobretodo del turismo y la agricultura, es la base para poder cambiar la situación. En este sentido, el presidente del grupo ecologista GEN, Joan Carles Palerm, advirtió que la falta de agua no se ve como un problema grave y por ello, «las soluciones nunca van hacia un uso razonable», señaló.