Las rúas de Carnaval llegaron ayer a las localidades de Santa Eulària y Sant Antoni, donde lograron que participaran un buen número de carrozas.
El primero de los dos desfiles, el de Santa Eulària, se inició a las cuatro y media de la tarde. Numeroso público abarrotaba las calles para ver, desde bien cerca, a los numerosos escolares que participaban en las caravanas de sus colegios. Además de los estudiantes, la rúa contó con la participación de la carroza del Grup Folklòric de Sant Jordi, «Quin infern», que ya ganó el primer premio en el desfile de Eivissa, que se celebró el pasado sábado. Por lo demás, los pitufos, las estrellas de Hollywood y los teletubbies fueron los personajes más repetidos en la caravana de carrozas. Una torcida brasileña se encargaba de caldear el ambiente con sus tambores.
Mientras, en Sant Antoni la rúa partió, como ya es habitual, desde el puerto, donde se congregaron todos los participantes. A la cabeza del desfile se situó una muy particular boda payesa, con la novia a lomos de un caballo desde el que repartía cacahuetes entre los espectadores. Le seguía una larga lista de carrozas, entre las que destacaban la confeccionada por el Colegio las Trinitarias "«Telefóbica», alusiva a la moda de los teléfonos móviles" y la de la Associació de Veis es Molí, en la que participaron varios políticos, quienes aprovecharon sus disfraces para perder, aunque sólo fuera por unas horas, la seriedad que se les supone a las autoridades. Los estudiantes de los colegios de la localidad también fueron los protagonistas en Sant Antoni con sus recreaciones de «los payasos de la tele».