El Govern balear aprobó ayer en su reunión semanal la creación del Consell Econòmic i Social (CES) que finalmente no llevará también la denominación de Ecològic puesto que su nombre está ya dictado por el Estatut d'Autonomia y no es posible modificarlo. El conseller de Treball del Ejecutivo autonómico, Eberhard Grosske, señaló que este órgano se aprueba con 16 años de retraso y comentó que sólo Balears y Melilla carecían hasta el momento de él. «Es un motivo de orgullo para el gobierno progresista», indicó.
Entre las características del CES que el conseller destacó se encuentra la amplitud de funciones que tendrá encomendadas y la poca presencia de la administración en un organismo que el Govern desea que esté realmente protagonizado por la sociedad civil. Así, Grosske indicó que estará formado por tres grupos de miembros diferentes: en el primero se engloban los sindicatos, en el segundo las patronales y, en el tercero, otras organizaciones como las agrarias o de pescadores, los sindicatos minoritarios o los expertos en materias económicas y sociales, que podrán estar sugeridos por las instituciones. «La Administración debe ser receptora, pero no participante», argumentó el conseller quien opinó que el CES debe poder emitir dictámenes con total independencia y libertad para asesorar al Govern sobre las políticas y medidas que deben adoptarse.
Finalmente, el responsable de Treball en Balears consideró que este CES será de los más abiertos, sino el que más, de todos los existentes en España, pues se ha procurado que sea lo más participativo posible. Está previsto que se creen comisiones de trabajo en las que, además de los miembros permanentes, puedan estar presentes otras muchas entidades interesadas en temas particulares o específicos.