Hace ya muchos años, en el delfinario de Sant Josep se podía contemplar un bonito espectáculo con animales más o menos exóticos. Ahora, allí sólo se pueden ver basuras, hierros, jeringuillas y demás escombros. Desde que la empresa decidió cerrar el negocio la zona se ha convertido en un perfecto hotel para los yonkis, que no se han cortado un pelo a la hora de trasladar allí sus sillas, mesas y demás mobiliario. Un vecino de la zona, cansado de vivir al lado de este vertedero "situado en plena Reserva Natural", nos ha mandado las fotos que ilustran la página. Su deseo es que los políticos abran de una vez los ojos y actúen.
En este sentido, la oposición en el Ayuntamiento de Sant Josep, en manos del Pacte, ha pedido al equipo de gobierno municipal que sancione a los propietarios de estas instalaciones, que se construyeron en 1987 y que nunca llegó a contar con las pertinentes licencias para la actividad.
El alcalde ha dado un plazo de 45 días a los responsables para que limpien y adecenten la zona; en caso de que no lo hagan, el Consistorio se ha comprometido a tomar cartas en el asunto. Este ultimátum llegó el pasado 25 de marzo, y hasta el momento el lugar continúa en el mismo estado, es decir, lamentable.