«Burla», «engaño irresponsable», «cuento», «espectáculo intolerable» o «montaje», son sólo algunos de los calificativos que utilizó ayer el Partido Popular para definir la actitud del Pacte durante el proceso seguido por la coalición progresista hasta hacer pública su decisión final sobre el futuro del puerto de Eivissa: construir el dique de la Autoritat Portuària.
En una comparecencia pública que se podría calificar de multitudinaria -estaban presentes María Luisa Cava de Llano, Enrique Fajarnés, Antoni Mari Calbet, Josep Joan Cardona, Pere Palau y Cati Palau- el PP acusó al Pacte Progressista de «enredar y engañar» a los ciudadanos para justificar «su incumplimiento de palabra» respecto al dique de Botafoc, razón por la que «deben asumir responsabilidades políticas».
El presidente del PP pitiuso, Josep Joan Cardona, aseveró que la decisión del Consell y del Ayuntamiento de aceptar el proyecto de construir el dique de Puertos, en lugar del discontinuo diseñado por la empresa Barcelona Regional «ya estaba tomada» y que la petición del informe a la Conselleria d'Interior «se hizo por intereses políticos» y que sólo ha servido para restar cinco millones de pesetas -coste del estudio- a las arcas institucionales.