El conseller d'Urbanisme del Consell Insular, Vicent Tur, volverá a reunirse con los responsables de las discotecas ubicadas en los márgenes de la carretera Eivissa-Sant Antoni para buscar soluciones inmediatas a los problemas de seguridad que tiene esta vía, especialmente en verano, cuando son habituales los accidentes y los atropellos a las horas a las que la mayoría de los turistas salen de las salas de fiesta. Tur reconoció que la temporada turística está a punto de echarse encima y que será imposible realizar obras u inversiones en esta vía.
Tur quiere que el año que viene se haga alguna inversión para mejorar el trazado a la altura de Sant Rafel, pero este año la única medida que el conseller considera aplicable es estudiar si los autobuses pueden acceder al aparcamiento de la discoteca para reducir los peligros.
A medio plazo, el conseller tiene previsto aplicar un plan piloto en el que ya se está trabajando y que podría implicar una reducción de la velocidad máxima permitida en cada una de las carreteras de las Pitiüses. Esta iniciativa ya ha sido comunicada al responsable de Carreteras del Govern y se podría ejecutar en el plazo de uno o dos años