Mañana domingo es el Día de la Madre, fecha de entrega de regalos y, en especial de aquellos que no suponen un desembolso económico excesivo, pues son los hijos quienes tienen que «abrir la hucha» para comprarlos.
Hay que buscar un poco para encontrar artículos que cuesten entre 2.000 y 3.000 pesetas, originales y que gusten a «mamá», aunque en el fondo, lo que ella más valorará es la intención y el disfrutar de las expresiones ilusionadas de los niños cuando entregan sus paquetitos que con tanto cariño han preparado.
Más tarde llegará el momento de recorrer todas las tiendas de la ciudad y de la pesada elección, que suele depender de si los hijos están asesorados por el padre o no. En el primer caso los regalos son más tradicionales y previsibles: pequeñas joyas, ramos de flores, pañuelos para el cuello, recopilaciones musicales románticas, o algunas de las novelas más vendidas, casi siempre sobre temas culinarios, amorosos, de las que están «escritas por mujeres», como se acostumbran a promocionar en los medios de comunicación.
Si el padre deja libertad de decisión al niño, las cosas son bien diferentes, y el pañuelo de cuello se convierte en uno de nariz, lleno de florecitas bordadas. Sobre las novelas que adquieren los pequeños en las librerías, podemos esperar cualquier tipo de sorpresa. l Teresa Pascual