Setenta niños de cuarto, quinto y sexto de primaria del colegio Can Bonet de Sant Antoni celebraron ayer el Día del Àrbol con una plantación simbólica frente a la iglesia de Ses Païsses convirtiendo así a los estudiantes en auténticos aspirantes a jardineros, tanto de profesionales como por vocación. Con la ayuda de dos trabajadores del Ayuntamiento, los alumnos decoraron la zona habilitada con especies autóctonas como romero, lavanda, mimosas o adelfas que aportaron color a un lugar en el que el Ejecutivo local ha estado trabajando los últimos meses. De hecho, las autoridades quisieron aprovechar para presentar el resultado de tal labor mientras los más pequeños se esforzaban porque su tarea embelleciera la zona.
Esta hora y media de jardinería (de once de la mañana a doce y media) tenía un objetivo mucho más perdurable que el tiempo dedicado a la experiencia, para muchos novedosa, de practicar con el pico y la pala: «Se trata de concienciar a los más pequeños de la necesidad de respetar nuestro entorno», señalaba una de las maestras.
Al acto acudieron el alcalde de la localidad, y el concejal de Medio Ambiente, José Ramón Serra, que quisieron aportar su granito de tierra a una iniciativa fomentada desde hace cuatro años por el Consistorio en los centros escolares del municipio. Anteriormente, el Guillem de Montgrí, ses Variades y Vara de Rey han sido los protagonistas de ediciones anteriores. De cara a la participación, el único requisito que se exige es que se proponga la escuela en cuestión. Los rostros de los escolares era la mejor forma de comprender el sentido de una propuesta en la que el futuro se une a la esperanza de conservarlo.