El puerto de la Savina muestra estos días un paisaje similar al que una persona se espera encontrar después de una batalla. Las obras que recientemente inició la Autoritat Portuària de Balears están creando graves inconvenientes a los usuarios del puerto que cada vez son más numerosos a causa del inicio de la temporada turística. Así, el interior de la Estación marítima sigue contando con los mismos agujeros de goteras de hace varios años, las nuevas taquillas están a medio hacer y el espacio destinado a la espera y al descanso de los pasajeros queda limitado.
Las taquillas en las que se venden los billetes se encuentran instaladas en el exterior y una de ellas está colocada de tal manera que se ha inutilizado el único cajero automático que había en la zona portuaria. Al mismo tiempo, las obras destinadas a adecuar la zona que los residentes en Formentera utilizaban como parking en una zona de tierra y piedras, quedó vallada para su mejora pero, de momento, todavía no se ha asfaltado. Sin embargo, las empresas de alquiler de vehículos siguen gozando de las ventajas que tenían anteriormente. Todo ello ha provocado que los vecinos de Formentera se sientan discriminados por Puertos.
· Guillermo Romaní.