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El precio de una salud a distancia

Padres de niños que han sido trasladados a Son Dureta se quejan de la falta de medidas para paliar la insularidad

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Luisa tuvo que renunciar a su trabajo para cuidar a su bebé ingresado en el hospital Son Dureta de Palma. Una situación similar a la que atravesó la mujer de Juan Antonio Cardona, después de que su hija naciera prematura hace cuatro años. Cada dos meses, la niña tiene que viajar a Palma para ir a las consultas de los especialistas de pediatría. «La insularidad es bonita, hasta que tienes problemas», apunta Cardona.

Luisa Costa, Inés Tur y Juan Antonio Cardona son tres padres que por problemas de salud de sus hijos han sufrido el coste de la insularidad. Han hecho largas esperas en pasillos de Son Dureta, donde «son muy duras las esperas» y han compartido experiencias con otras familias de igual situación.

Cardona se queja de la falta de desarrollo del Plan Insular, un proyecto del Insalud para paliar la insularidad y, además, lamenta «que no se realice ninguna gestión sobre el régimen especial, el Govern se tendrá que hacer cargo de este tipo de asuntos, ya que asumirá las competencias sanitarias, pero nadie ha hecho nada». Cardona recuerda el compromiso del director del Insalud, Javier Rodrigo de Santos: «Nos aseguró que se iba a pagar dinero, pero Madrid dice que no». Pese a que le denegaron el coste de los viajes a Palma, afirma que «hay familias de Eivissa, padres y madres, a las que se le pagaron viajes a Palma, eso me parece perfecto, pero lo que no se puede es discriminar».

El Insalud paga los viajes a Palma del enfermo y acompañante para realizar una consulta médica ambulatoria, siempre que el enfermo sea menor de 12 años o mayor de 65 años. «Habrá que ver quién se hace cargo de mi hija cuando cumpla los trece años y se tenga que ir sola del aeropuerto a Son Dureta», se pregunta Cardona. Los trámites burocráticos que se han de seguir para pagar las dietas por desplazamiento son lentos. «Te pagan un taxi o el autobús para desplazarte al hospital y las dietas, que llegan a 400 pesetas. Eso supone 2.200 pesetas en gastos. Como es tan poca cantidad, mucha gente no lo pide y quienes lo solicitan llevan seis meses reclamando», indican. Los acuerdos con las agencias de viajes que expenden pasajes para los pacientes del Insalud, previa autorización de la Inspección Médica de Can Misses, no es la panacea, al menos para las personas que guardan cola. «Te puedes pasar toda una mañana sin arreglar nada, porque hay un montón de gente y sólo una persona para atender», señala Luisa Costa. El problema de la insularidad se agrava en el caso de Formentera. «Tienen que pasar la noche en Eivissa para poder coger un avión a Palma», señalan.

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