El empresario pitiuso contempla el invertir en formación más como un gasto que como una inversión y no parece otorgarle el valor que tiene como factor de competitividad. Esta es una de las conclusiones a las que llega el estudio «Detección de necesidades formativas de las empresas de Eivissa y Formentera» elaborado por la Pimeef con la colaboración del Govern y del Fondo Social Europeo dentro del programa ADAPT, destinado a adecuar la oferta de cursos a las necesidades formativas de las empresas.
Esta investigación, que el presidente de la Pimeef, Antoni Marqués, definió ayer como «radiografía de la empresa de Eivissa y Formentera», revela que los empresarios deberían orientar la formación de sus empleados hacia la atención al cliente, los efectos del euro, los idiomas, las nuevas tecnologías, las ventas merchandising en el sector comercio, la prestación del servicio de restauración y del servicio de hostelería, hacia los conocimientos y prácticas de oficios, la agricultura ecológica, la calidad del servicio, la gestión empresarial de las pymes y la exportación.
A pesar de que un 93'5 por ciento de los empresarios asegura que la preparación es importante, el porcentaje de los se informan sobre nuevos cursos y promueven la formación dentro de la empresa baja hasta un 60 por ciento aproximadamente, mientras que se reduce al 14% el porcentaje de empresas que realizan planes anuales de formación. La razón que más argumentan los empresarios más rezagados para no fomentar el reciclaje es la falta de tiempo. ¡