Patronales, consumidores y transportistas de las Pitiüses coinciden al definir como «barbaridad» el último aumento en el precio de los carburantes, que alcanza el grado de «desorbitante» en lo acumulado desde principios de año, que pone la gasolina súper a 149'9 pesetas; a 139'9 la sin plomo y a 113'9 pesetas el gasóleo.
El presidente de la Pimeef, Antoni Marqués asegura que «esta espiral de precios tiene que parar porque será imposible controlar la inflación». Marqués cree que hay que liberalizar por completo el sector, «con gasolineras incluso en grandes superficies, como sugirió ayer Rodrigo Rato». Desde la Pimeef solicitan al Gobierno que tome alguna medida a favor de la liberalización real y que no se permita a las petroleras hacer subidas de forma conjunta.
Por su parte, el portavoz de la Unión de Consumidores de Eivissa y Formentera, Carlos Salinas, coincide con Marqués al pedir al Gobierno que tome más medidas liberalizadoras. «Una subida insostenible de precios de carburantes -explica- repercutirá en los precios de numerosos servicios para las Pitiüses como el transporte aéreo y marítimo de mercancías y pasajeros, taxis y transporte terrestre». Salinas recuerda que en las Pitiüses siempre se han registrado precios por encima de los de referencia dentro del Estado y exige que se aplique el contenido del Règim Especial de Balears en lo referente a las compensaciones en los precios de carburantes. El presidente de la Asociación de Transporte de Eivissa y Formentera, Juan Bufí, se mostró «muy disgustado» por esta subida «indiscriminada» de precios. Bufí espera que los carburantes bajen pronto porque, de lo contrario, «los beneficios caerán tanto que será difícil mantener las empresas».