Diferentes métodos con idéntico objetivo: aprobar. Pasar del cinco es, en estos días, la obsesión de miles de estudiantes en las Pitiüses, jóvenes que no escatiman horas y sobreesfuerzos por lo que consideran un sueño: un verano sin libros. Encontrar un sitio en bibliotecas públicas y salas de estudio se ha convertido en toda una odisea en esta última semana del calendario escolar, algo especialmente apreciable si se vista Can Ventosa por las tardes.
El día 21 finaliza el curso excepto para los 310 alumnos que deben presentarse a la selectividad a los que se les adelantó unas semanas esa fecha con el fin de que puedan preparar la prueba que se celebrará los días 19, 20 y 21 en el Instituto Blanca Dona. El resto, descuida las horas de sueño y su descanso para apurar hasta el final el tiempo de estudio. «No podemos hacerlo de otra forma -apunta Cristina- tenemos un examen diario (en ocasiones alguno más) y el tiempo es esencial».
Son dos semanas de auténtica lucha contra el reloj «y no porque las cosas no se lleven al día -comenta Sonia-, sino porque no hay otra forma material de hacerlo: si te centras en una asignatura, descuidas otras y luego siempre acabas coleando con alguna materia para el verano». Y todas las cifras apuntan a que los resultados no son buenos en la mayoría de los casos: con el 30'1 por ciento, Balears cuenta con el mayor índice de fracaso escolar de todo el país, según un informe elaborado por la Fundación para la Modernización de España.