Cuarenta y siete alumnos de tercero de primaria del Colegio Nuestra Señora de la Consolación de Eivissa disfrutaron ayer de una experiencia única englobada dentro de los planes de estudio bajo el vago epígrafe de «conocimiento del medio». La visita, más allá de un mero apartado del calendario escolar, comprendía materias tan dispares como Naturaleza (en vivo), Historia (a través de sus protagonistas), Lenguaje (pronunciado por maestros) o Gimnasia (con largos recorridos a pie).
Una salida al mar a bordo del patrullero de la Armada «Deva» en el seno del cual recibieron su «Bautismo del mar»; una demostración de nudos marineros realizada por varios oficiales del Ejército español y la estancia en la Casa del Mar constituyó el peculiar horario lectivo de un jueves inusual. Esta última parada de la excursión se convirtió para la mayoría en la cita más interesante de la mañana. Allí, las explicaciones de Vicente Serra y Antonio Molio les hicieron retroceder hasta el tiempo de los personajes mostrados en las fotografías del Museo Marítimo, una peculiar exposición confeccionada a base de recuerdos, experiencias y anécdotas de aquellos pescadores cuya vida transcurría entre las olas.
Historiales de navegación de mediados de siglo, matamorenas tradicionales, rostros emblemáticos (y en su mayoría anónimos) de las aguas pitiusas o brújulas artesanales fueron contemplados con especial atención por los pequeños que se sorprendieron sobretodo con las colecciones de crustáceos y mariscos, (la ostra gigante causó auténtica expectación) así como con las reproducciones artesanales de casetas varadero, secadores de pescados o redes.