Ciudades como Eivissa, con un casco antiguo en evidente estado de deterioro, son objetivo prioritario del Plan de ayudas a la rehabilitación y declaración de áreas de rehabilitación integrada de las Illes Balears que ha puesto en marcha recientemente el Govern. Esta institución ha reiterado en varias ocasiones que pretende apoyar actuaciones de rehabilitación, principalmente en cascos históricos o zonas degradadas, que posibiliten su recuperación y favorezcan la limitación del crecimiento del suelo urbanizable.
Esta pretensión se ha materializado en un decreto que introduce numerosos cambios con respecto a la normativa antigua. Las nuevas normas establecen un índice de ingresos por familia para acceder a los distintos tipos de ayudas. Esto implica un mejor reparto de los fondos públicos entre las unidades familiares más necesitadas, favoreciendo que las familias con menores recursos puedan conseguir la habitabilidad de sus domicilios habituales.
El decreto establece varios apartados como las ayudas de mejora preferente dirigida a unidades familiares con ingresos inferiores a las 4.850.000 pesetas, la rehabilitación general, que marca las ayudas para familias con ingresos inferiores a 6.235.000 pesetas, la adquisición y rehabilitación de viviendas con uso de domicilio habitual, la mejora de fachadas y la declaración de áreas de rehabilitación integradas.