Celestí Alomar, conseller de Turisme del Govern de les Illes Balears, descartó ayer que la recesión turística que parece sufrir el archipiélago pueda calificarse de «crisis». Alomar puntualizó que el descenso de visitantes es menor de lo que se había previsto inicialmente, tras ver los irregulares resultados con los que comenzaba la temporada, y recomendó a todo el sector que vaya acostumbrándose a las cifras que van a producirse este año porque pueden ser constantes a lo largo de las siguientes temporadas. «Nos tendremos que acostumbrar porque, aunque haya algunos factores de influencia coyunturales, como la Eurocopa, la Expo de Hannover o el buen clima que está haciendo en el norte de Europa, lo cierto es que hay una parte del mercado que está optando por ir a otros destinos», apuntó.
El responsable del área de Turismo del gobierno de Francesc Antich opinó que el balance de esta temporada será muy similar al de los años 1997 y 1998, fechas en la que se remontaba la crisis de años anteriores sin alcanzar la bonanza casi de récord que se registró en 1999. Alomar considera que, si bien este descenso puede tener consecuencias positivas a la larga, no es bueno en estos momentos para el sector turístico ni la economía de las Islas.
Por todo ello el Govern, a través del Institut Balear del Turisme (Ibatur), pondrá en marcha una campaña con touroperadores nacionales para intentar compensar el vacío de alemanes con españoles. A medio plazo, apuntó el conseller, esta campaña no será suficiente, por lo que anunció que estas acciones se repetirán en otros mercados alternativos como pueden ser Francia, Italia, los países escandinavos o Portugal.