La huelga de controladores aéreos franceses , que provocó numerosos retrasos y cancelaciones en diferentes terminales europeas, se notó en Eivissa tan sólo por la tarde e incidió casi exclusivamente en los vuelos internacionales, que se demoraron entre los 30 minutos y la hora como media si bien en casos concretos la diferencia era de hasta cuatro horas. Los vuelos nacionales, sin embargo, apenas tuvieron incidencias. Como contraste, la mañana transcurrió con tranquilidad y las escasas demoras que se registraron fueron atribuidas a causas diferentes.
El director de la terminal ibicenca, Gonzalo Aguarón, confirmó explicó por la mañana que se había activado un dispositivo especial por si se producían grandes aglomeraciones. En estos casos es habitual contar con tumbonas, mantas, pañales, agua, etc. por si hay que atender a pasajeros que lleven varias horas esperando en la terminal. «Estamos dando información al pasajero cada 20 minutos y facilitando a las guías el acceso a determinadas zonas para que puedan mantener informados a sus clientes», comentó Aguarón.
Por la tarde, la terminal ibicenca no registraba grandes aglomeraciones. Como ejemplo de los retrasos producidos a lo largo de la jornada, el vuelo a Bolonia (Italia) previsto para las 18'40 tenía estimada al cierre de esta edición su salida a las 22.08, más de tres horas de diferencia. Las instalaciones ibicencas tenía previsto ayer atender 185 movimientos, entre entradas y salidas. Aguarón confirmó que el lunes es uno de los días de la semana con menos tráfico, por lo que los resultados fueron totalmente diferentes a lo que hubiera podido pasar en fin de semana.