La Cofradía del Santo Cristo celebrará, a partir de las siete y media de la tarde del próximo sábado 24, su novenario dedicado al milagroso Cristo del Cementerio, una de las tradiciones más antiguas de cuantas se conservan en las Pitiüses.
La historia de estas jornadas de oración arranca hace nada menos que 135 años, cuando, tras pasar un mortífera epidemia de cólera boboasiática que acabó con la vida de más de 5.000 personas en la isla, un grupo de creyentes decidió dar las gracias de su salvación a esta advocación. Desde entonces, este novenario se viene repitiendo en la iglesia de Santo Domingo año tras años con la única excepción de los tres años que duró la Guerra Civil. A causa de esta contienda, además, la imagen del Santo Cristo quedó destrozada y no fue reemplazada hasta 1939, como explica Juan Francisco Pamies, uno de los integrantes de esta Cofradía, la más antigua de la isla y que cuenta con cerca de 400 socios.
El novenario consiste en el rezo del Rosario, las plegarias de alabanza, una misa y la predicación. La liturgia cuenta con la presencia del cura párroco Juan Ribas Vich y el orador sagrado Sergio Requena Hurtado. Los actos se sucederán todas las tardes hasta el 1 de octubre, jornada a la que asistirá el obispo Agustín Cortés.