El empresario Juan Lladó Oliver expresó ayer durante su declaración como imputado por un posible delito de desobediencia que acató la orden de paralización de las obras de es Pouet desde que recibió la primera orden del Consell Insular a pesar de que, según informó su abogado, considera que dicha orden no se ajusta a derecho. «Lo cierto es que, como corresponde a un ciudadano, lo que hizo fue respetar el principio de autoridad y acatar las órdenes dadas tajantemente por la autoridad insular», explicó al término de la declaración Rafael Perera, abogado de Lladó.
Perera señaló que a la vista de lo explicado por su cliente ante el juez en los próximos días pedirá que Lladó quede totalmente apartado de las diligencias que se siguen por este caso, pues considera probado que el responsable de la promotora Wallis 21 no pudo cometer el delito de desobediencia que se le imputa.
Además, en el día de ayer también declararon como imputados ante el juez de Eivissa los arquitectos Javier Magriñá y Antonio Huertas. Al parecer, Magriñá declaró que por estar de vacaciones no conoció la orden del Consell hasta el día 4 de septiembre y Huertas explicó que había estado de viaje en agosto.
Sólo tres de los nueve imputados declaran en
Eivissa
A pesar de que el juez de Eivissa había citado a nueve personas
para tomarles declaración como imputados en el día de ayer, lo
cierto es que sólo tres de ellos comparecieron y dieron sus
explicaciones tal y como estaba previsto. Las otras seis personas
habían justificado previamente su ausencia y estaba previsto que
fueran interrogados por jueces de otros puntos de la geografía
española, tras acreditar que por motivos personales o profesionales
no se encontrarían en Eivissa a fecha de ayer.