Sant Antoni vivió ayer una de las más multitudinarias celebraciones del Día del Turista en las Pitiüses. El Ayuntamiento dispuso una barra con refrescos, vino dulce y licor de hierbas para que los turistas pudieran acompañar los bunyols y demás productos de degustación. Además, se contó con la presencia del grupo de ball pagès sa Colla de Sant Rafel, que amenizó la mañana de los curiosos que se acercaron a los aledaños del Passeig de ses Fonts.
Aunque la mañana despertó con el cielo cubierto, al mediodía el sol lució en Sant Antoni. Justo en ese momento el sonido del grupo folklórico dio el pistoletazo de salida a la celebración. Los visitantes se abalanzaron en las bandejas de botifarra, sobrasada y bunyols, que no dejaron de asediar hasta que acabaron con todo. Y es que una invitación como la de ayer no se ofrece todos los días.
Los turistas compatibilizaron la comida con la captación de instantáneas mediante cámaras de todo tipo. Tras la actuación, el público se quedó en el paseo disfrutando de su día. La Oficina de Turismo estrenó para la ocasión letrero y banderas, ya que, como explicó el concejal de turismo, «en esta época el turista acude más a solicitar folletos porque presenta un perfil con más inquietudes culturales que el que viene en verano y queríamos que la oficina tuviera una mejor presencia».