Es Cubells ha recuperado la tradición carbonera en sus fiestas. Ayer por la mañana se encendió el habitáculo fabricado a base de madera, piedra y arena que servirá para producir carbón. Las carboneras se utilizaban mucho en las Pitiüses antiguamente para conseguir beneficios, cuando el carbón todavía era la fuente energética más preciada. Pero el paso del tiempo se ha encargado de aparcar una tarea que procede de nuestros antepasados.
El proceso de fabricación es muy lento. Como apunta Óscar Ferrer, uno de los encargados de asentar la carbonera, «no sólo hay que hacerla, previamente tienes que recoger troncos de pino y piedras, después hay que seguir unos pasos pesados». Y es que una vez que se dispone del material, hay que ceñirse a unas pautas obligadas. En el suelo se depositan los troncos, encima de ellos ramas sin hojas y, por último, las que presentan hojas. Alrededor de este entramado se colocan las piedras y después se echa por encima tierra. El objetivo es originar el consumo de la leña sin que se produzcan llamas. Se busca fabricar carbón, no cenizas.
El proceso concluye con la vigilancia de la carbonera durante las 24 horas del día. Para aliviar esta tarea, la comisión de fiestas ha ubicado en el lugar una barraca y una barra en la que se sirven refrescos. Además, por la noche se producirán actuaciones musicales y juegos. El pretexto, pues, es pasarlo bien recuperando la tradición a la vez. El programa de fiestas de es Cubells no incluía la carbonera desde 1988 y los jóvenes de la localidad han querido revivirla.
Para recoger el carbón habrá que esperar a la semana que viene, una vez que las fiestas hayan concluido. Aunque se guardará para los actos de 2001. Las torradas que se desarrollan habitualmente en esta localidad lo agradecerán.