El Pacte Progressista se encontrará hoy con problemas a la hora de sacar adelante las transferencias de bienestar social, dado que el conseller del grupo mixto, Joan Buades, no las votará a favor durante la sesión plenaria a no ser que se acuerde solicitar al Govern de les Illes Balears que mejore la dotación económica.
Buades argumentó ayer que las competencias crearán al Consell un déficit de 6.000 millones de pesetas en tres años, puesto que existen graves desequilibrios entre las necesidades sociales que pone de manifiesto el plan sociosanitario encargado por el equipo de gobierno y el dinero que el Govern dará a la institución insular para paliarlas. Tanto es así que Buades dijo ayer que esta es una transferencia d'espardenya.
La propuesta que Buades planteará en el pleno (y a la que el Pacte Progressista ya le ha dado su «no» rotundo, según el ecologista «porque aceptarla significaría reconocer que han negociado mal con el Govern) reclama al Govern un suplemento de 419 millones de pesetas sobre lo pactado para el año 2001; 975 millones para el año 2002 y otros 1.268 más para el año 2003. Además, reclama otros 1.000 millones en cuatro años para construir infraestructuras.
Desde el grupo mixto se incidió ayer en la carencia de servicios que tienen las Pitiüses. Mientras Eivissa y Formentera carecen de centros de día para mayores, Mallorca tiene 13 y Menorca seis. En el caso de plazas en residencias asistidas, por ejemplo, Eivissa cuenta con 30 a diferencia de Menorca donde ascienden a 145 o Mallorca, donde se acerca a las 900. Buades criticó que el Consell ni siquiera haya tenido en cuenta el aumento de personas mayores que se producirá en los próximos años y aseguró que su partido, cuya junta directiva ha analizado esta cuestión, no está dispuesto a aceptar nada que esté por debajo de las necesidades de Eivissa y Formentera.