La Policía Nacional ha denunciado a cinco establecimientos de Eivissa que dieron más de tres «falsas alarmas» durante la pasada temporada. Como en el cuento del pastor y el lobo, el hecho de que las alarmas electrónicas salten en más de tres ocasiones sin motivo aparente es causa suficiente para que la Comisaría pueda denunciar a los propietarios de los locales y a los responsables de la instalación o del control del aparato, según explicaron fuentes policiales.
Todas las denuncias han sido presentadas contra establecimientos de la Marina cuyas alarmas obligaron a las fuerzas de seguridad a desplazarse hasta el lugar donde sonaba la alerta.
El objeto de las denuncias es, precisamente, que las alarmas no suenen sin ton ni son. Un portavoz policial asegura que cuando los vecinos se acostumbran a que una alarma salte sin motivo, dejan de avisar a la Policía, lo cual es aprovechado por los ladrones para atracar ese establecimiento.
Las tareas de prevención desarrolladas por la Policía Nacional en este ámbito han facilitado la drástica reducción de atracos a negocios que están en el punto de mira de los cacos. Así, desde que hace tres años cambió la normativa relacionada con la seguridad, apenas se han producido robos en joyerías, gasolineras y bancos. En los dos primeros años desde su entrada en vigor, la Policía Nacional levantó ocho actas contra joyerías (cinco denuncias), casas de cambio (dos casos) y bancos (un cajero) porque no reunían las condiciones óptimas de seguridad.