La tubería del gasoducto que unirá la Península con Balears entrará en la isla de Eivissa por el municipio de Sant Antoni, según detalló a Ultima Hora Ibiza y Formentera la consellera balear de Innovación Tecnológica y Energía, Misericordia Ramon. La instalación partirá por tierra desde Ontinyent hasta Oliva, y desde esta población comenzará el tramo marítimo, que llegará a la bahía de Portmany. En total, el tubo recorrerá 46 kilómetros entre Ontinyent y Oliva, y otros 123 desde esa localidad hasta la costa ibicenca.
Misericordia Ramon explicó que se ha elegido Sant Antoni porque «técnicamente» es la zona más apropiada debido a la profundidad existente en esa zona del litoral pitiuso. Los técnicos de la conselleria estudian ahora cuál es el emplazamiento más adecuado para la entrada de la tubería en tierra firme. No obstante, y según explicó la consellera de Innovación, ese tramo «entrará en la isla enterrado», de manera que apenas causará impacto paisajístico, algo que se desea evitar para no provocar las protestas de los ibicencos.
El gasoducto no concluirá su recorrido en esa zona. Un tramo de la conducción principal recorrerá otros 150 kilómetros hasta Sant Joan de Dèu (Mallorca), meta de este proyecto. Pero, además, en las Pitiüses el gasoducto continuará desde Sant Antoni hasta la ciudad de Eivissa, quince kilómetros de tubería que también estará enterrada. «De esa manera -añadió Misericordia Ramon- se podrá abastecer de gas a la central de Gesa y se podrán beneficiar también los domicilios de las localidades de Sant Antoni y de Eivissa».
El planteamiento que ha dado origen a este proyecto es la necesidad de cubrir la demanda energética de Balears durante los próximos 30 años. Según se explica en el Plan Director Sectorial Energético elaborado para estas Islas, se estima que el gasoducto tendrá una vida de alrededor de 50 años.